A veces quiero
recostarme sobre la sangre.
Fuera de la inflamada verba,
sobrevaluada
y destinada a perder.
¿Cuantas veces las palabras
les ganan a las cosas?
El dolor de estómago,
el dulce frío de la mañana,
en los huesos
y la quemadura de la lengua,
es mejor que cualquier verbo,
mejor que cualquier predicado.
recostarme sobre la sangre.
Fuera de la inflamada verba,
sobrevaluada
y destinada a perder.
¿Cuantas veces las palabras
les ganan a las cosas?
El dolor de estómago,
el dulce frío de la mañana,
en los huesos
y la quemadura de la lengua,
es mejor que cualquier verbo,
mejor que cualquier predicado.
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