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martes, 28 de abril de 2015

hombre mirando el mar

Un hombre sentado,
Sobre sus hombros de polvo
Mira en dirección al mar.
No mira el océano verde,
De olas juglares y trovadoras,
Mira, en verdad, una línea blanca
Quizás divisoria,
Quizás irreal.
*
Un hombre sentado,
Sobre su vientre de arena,
Mira en dirección al mar.
No mira aquél barco, caro
Y de pasajeros caros
Sino otra cosa,
Quizás menos lejana,
Quizás más real.
*
Un hombre sentado,
Sobre el pecado sentado,
Mira en dirección al mar.
No mira la espuma,
Ni su muerte en la orilla
Sino otra cosa,
Quizás menos blanca
Quizás menos fugaz.
*
Un hombre sentado,
En el puerto sentado,
Mira en dirección al mar.
¿Qué mira aquél empleado
Que mira en dirección al mar?

poem

Estás ahí,
en el límite de las palabras y
los huesos fríos de
las cosas.
Estás ahí
en el límite de la sintaxis,
en el límite de lo decible
donde muere toda referencia.
Estás ahí,
justo donde se quiebra
mi relación con el mundo.
Justo donde anochece
el conocimiento.
Estás ahí,
en donde los vértices de lo real
y lo irreal
convergen.
Estás ahí,
unida por los opuestos.
En el extraño vínculo
de los contrariaros.
Estás ahí,
donde este poema
quizás,
nunca va a llegar.

domingo, 5 de abril de 2015

ZAMA Y HENRY JAMES

Ayer terminé de leer "Zama" de Antonio Di Benedetto. El tono existencialista de la novela es creado a partir de la angustia que produce al protagonista verse enmarcado entre dos identidades -las cuales no llegan a ninguna síntesis hegeliana sino que, por el contrario, se repelen la una a la otra, en constante conflicto.
Éstas identidades son el americanismo y el europeísmo: la convergencia es producto de ser funcionario de la colonia española -modelo de civilización- en una Asunción aindiada y acriollada -incluso, casi, fantástica.
Luego de terminar esta novela, me propuse a leer -siguiendo la línea absurda y caótica con la que leo- "Una vuelta de tuerca" de Henry James. Antes de introducirme efectivamente en la obra, leo la biografía del autor. Tal parece que James se sintió siempre en conflicto con su identidad -no solo por su vaga sexualidad- sino además por verse enmarcado -como el personaje de "Zama"- entre el americanismo de su Estados Unidos y el europeísmo de Francia e Inglaterra.
Las nacionalidades son meras circunstancias, pero constituyen identidades.